La
cripta visigótica de San Antolín, construida en la segunda mitad
del siglo VII, se halla situada bajo el nivel del coro de la catedral palentina.
En el ultimo cuarto del siglo VII, Wamba, rey de los visigodos, según
la tradición, trae desde Narbona la reliquia de Antolín, mártir
y patrón de la capital palentina.
Y en principio, al parecer, este fue sitio de reposo del mártir.
Cinco siglos después de la llegada de las reliquias, y siglos antes que
comenzara la construcción gótica de la actual catedral, en un
documento del rey Bermudo III de León, ya se menciona la iglesia de San
Antolín mártir.