En esta imagen del trascoro de la catedral, vemos el inicio
de la escalinata de bajada a la Cripta de San Antolín.
Y frente a nosotros el muro que cierra el coro por su lado poniente. Obra
del renacimiento del siglo XVI.
Una filigrana pétrea, un grandioso e impresionante retablo que muestra
imágenes de santos y motivos ornamentales del arte plateresco.
En él podemos ver el Martirio de San Ignacio de Antioquía, condenado
a morir devorado por los leones, situado a la derecha de este retablo
y la Lactación de San Bernardo, en el momento que éste recibe
un chorro de leche de la Virgen, situado a la izquierda.
Admirable la pintura enmarcada formando un políptico de ocho tablillas
que representan los Siete Dolores de la Virgen y presiden el altar del trascoro
de la Catedral de Palencia.
El conjunto está rematado, en su parte superior, con un friso repleto
de labores platerescas, el escudo de los Reyes Católicos y escultura
de san Antolín en lo alto del trascoro.
El púlpito del Obispo Luis Cabeza de Vaca, apoyado
en un pilar del lado del evangelio, y realizado en madera de nogal, se encuentra
situado en el espacio del trascoro. Está decorado con altorrelieves
de los Evangelistas, Doctores de la Iglesia y el martirio de San Antolín.
En el respaldo del púlpito aparece tallado el escudo del obispo que
costeó la obra. Está fechado en 1541.