En la fachada oeste, restaurada en el año 1980, abre la quinta puerta de la catedral: La Puerta de los Descalzos, o de San Antolín.
Contiguo a esta portada, a los pies de la nave del Evangelio, y de planta octogonal, sobresale la capilla de las Reliquias, que fue añadida en el siglo XVIII.
En la parte alta de la fachada, destaca un rosetón enmarcado en un frontón triangular decorado con pináculos góticos y finalizado por una cruz en su vértice superior.
Entre dos potentes contrafuertes, en los laterales de la torre,
se abre un ventanal geminado que da luz a la nave.
Ventanal que fue colocado en el año 2005, para sustituir a otro en
mal estado.
