Si uno mismo desea revelar su negativo de película
en blanco y negro y no dispone de la instrucciones de revelado de la misma,
la prueba de la gota es una solución con un tanto por ciento elevado
de probabilidades de obtener un buen revelado
El sistema es el siguiente: Se corta un trozo de la película que se
va a revelar y se depositar sobre ella una gota del revelador que va a usarse.
En el caso de película de paso universal se puede aprovechar la cola
que se utiliza en la carga de la cámara.
Se coloca el trozo de película cerca de una bombilla de unos cuarenta
watios, a un metro aproximadamente, y se deposita sobre la emulsión
una gota del revelador. Empecemos a cronometrar el tiempo que esta gota tarda
en convertir la parte mojada en un tono parecido al tono del resto de la emulsión
seca. Apuntaremos el tiempo transcurrido desde el momento que depositamos
la gota de revelador sobre la película hasta el final del proceso.
Veremos que en un principio la zona mojada con el revelador se vuelve más
clara que la emulsión y que poco a poco va ennegreciéndose,
cuando este grado de ennegrecimiento es del mismo tono que el resto de emulsión
es el tiempo a anotar. Una vez obtenido este tiempo, que será en segundos,
se divide la cifra por cuatro y el resultado será el tiempo de revelado
en minutos necesario para obtener el revelado de la película adecuada.
Por ejemplo: si el tiempo obtenido es de 60 segundos, dividiremos esta cifra
por cuatro y el resultado 15 se convertirá en minutos, que será
el tiempo de revelado necesario.
Si el proceso se sigue con fidelidad, los tiempos que se obtengan serán
completamente validos